martes, 31 de julio de 2012

Comienza el verano


Las emociones y el valor de educar

Tú me inspiras, y yo, simplemente, te quise mal


¿Quién te sujeta?

El Amor y el Dolor de los tuyos.

EDUQUEMOS para el amor y para el dolor, pues con ambos convivimos: lágrimas las justas.

Si somos animales de repetición, como los monos, hemos de dar conductas ejemplares.

¿Quién capta nuestra primera atención, nuestros primeros gestos? : Nuestros hijos, nuestros hermanos, nuestra familia…

El mundo que gira a nuestro alrededor.

Ese mundo que nos da y al que nos damos y debemos; el mundo que nos gusta y al que queremos gustar.

Ese Mundo empieza por TI y por tu FAMILIA.
La familia que nos da la vida y a la que nos damos y debemos.


Compartamos lo grande y lo pequeño. Aquellos pequeños gestos que hacen de los insgnificante algo con sentido: detalles con sentido común.

Con pies de plomo y cabeza de crío; esto es, con imaginación infantil siendo adultos, pensando y actuando con raciocinio, como tales adultos.


Si tienes tiempo de educar, edúcate a ti primero.

Si vas a educar, empieza por educarte.

Si vas a DAR, empieza por darte, por entregarte a ti mismo.

Si quieres volar, primero mira tus pies: ¿verdad que no llevan alas? Se vuela mirando a las estrellas, con los pies en el suelo y la cabeza y el corazón mirando en la misma dirección.

Apunta grande pensando en pequeño, y actúa con cabeza y corazón, compartiendo lo que da valor.

Sólo así conseguirás dar valor a otros.

El valor que TÚ te mereces.

El valor que se comparte en familia.

El valor que ellos merecen.

Mi familia


Fátima

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